SE CUMPLEN 18 AÑOS DESDE LA PARALIZACIÓN DE LAS OBRAS DEL HOTEL ALGARROBICO

Se cumplen 18 años desde la paralización de las obras del Hotel Algarrobico, gracias a la denuncia de la Asociación Salvemos Mojácar.

Su Presidente Jaime Del Val estuvo preparando minuciosamente el caso, recorriendo durante tres semanas los pasillos del Ayuntamiento de Carboneras, las diversas consejerías de la Junta en Almería, así como la Dirección General de Costas, reuniendo las evidencias y argumentos principales que resultaron en las cuestiones principales de: ocupación de suelo protegido y de la servidumbre de Costas, más algunas secundarias como temas de caducidad, y los numerosos detalles en los que, como ya se sabe, reside el diablo; argumentos que después el abogado José Ignacio Domínguez elaboró en la demanda, que, junto con el peritaje, permitió la paralización decretada por el juez Rivera.

Del Val también lo comunicó a Greenpeace cuya coordinadora le respondió diciendo que les parecía muy grave e iban a actuar, lo que hicieron poco antes de dictarse el auto de la paralización el 23 de febrero de 2006. A partir de ahí se fueron sumando otros colectivos y creándose movilización social a nivel local.

En 2008 con el hito del hotel parado y convertido, con ayuda de Greenpeace, en icono internacional, empezó una larga maraña judicial con más de 30 pleitos, la mayoría liderados por, o con participación de Salvemos Mojácar, donde tanto el ayuntamiento de Carboneras como la Junta de Andalucía actuaron a favor del hotel aun cuando en los medios la Junta dijera lo contrario y así ha seguido siendo hasta hoy. Ni qué decir de la promotora, Azata del Sol, reivindicando unas indemnizaciones a las que no tiene derecho pues se ha demostrado que conocían la ilegalidad flagrante de los hechos que acometían. Ni qué hablar de jueces múltiples, como ese llamado Toledano, que Salvemos Mojácar ha denunciado en el proceso por actuaciones más que cuestionables.

El ayuntamiento sigue sin reconocer la nulidad de la licencia 18 años después, y tiene a sueldo como abogado para defender el hotel a uno de esos jueces que quisieron dar un giro a la historia dictando una sentencia a favor del mismo. No se sabe si a estas alturas es solo para evitar pagar indemnizaciones y demolición, o si este y la promotora aun albergan  quiméricas esperanzas de abrir el hotel algún día.

Este icono nacional e internacional de la lucha ecologista contra la especulación es excepcional, no porque no haya más Algarrobicos sino por haberse logrado su paralización. Algarrobicos hay miles, cientos de miles, y actualmente hay un conato de resurgencia de la burbuja inmobiliaria, por ejemplo en Mojácar, donde la Salvemos Mojácar tiene ahora cuatro enormes contenciosos contra otros tantos descalabros descomunales.

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